Son varias las teorías y tradiciones a cerca del nombre "Macarena" puede proceder del vocablo romano "Macariusena" (propiedad de Macario), o Macaria, hija de Hércules, en cuyo honor se construyó esta puerta pero en ninguno de los dos casos se puede dar por certero.
De las doce puertas que tuvo la muralla Sevilla: - Macarena, Córdoba, Sol, Osario, Carmona, de la Carne, Jerez, Arenal, Triana, Goles, San Juan y la Barqueta- La puerta de la Macarena es la única que se conserva, junto a un tramo de muralla que llega hasta la puerta de Córdoba. A lo largo de ella se suceden siete torreones cuadrados y uno octogonal.
La muralla, construida en el siglo XII sobre los restos de una muralla romana anterior, fue reformada y ampliada más tarde por almohades y cristianos, y formó parte del muro defensivo de la ciudad, que alcanzó 6 Km. de perímetro. El arco, cuyo aspecto actual es obra del siglo XIX, es la celebre puerta de la Macarena, llamada Bad-al-Makrina, por los árabes.
Es la puerta por donde más reyes y reinas de España han entrado. Se dice que Fernando III el santo entró por ella disfrazado de moro días antes de la conquista de la ciudad para inspeccionarla, saliendo por la puerta de Jerez. Está probado que por ella entró el infante don Fadrique en 1358, cuando engañado vino a Sevilla para ser muerto por mandato de su hermano el rey don Pedro I de Castilla. Así por la misma puerta entro Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, pero por separado. Después entro Carlos I de España y V de Alemania, para su boda, que se celebró en Sevilla con Doña Isabel de Portugal, y por último entro por dicha puerta Felipe IV.
En la puerta podemos distinguir cinco lapidas y encima del arco un azulejo que representa a la Esperanza Macarena, obra de D. Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela bajo el lema :”Esperanza nuestra, Ella es morada de Dios y Puerta del Cielo”, flanqueados por los escudos de España, Sevilla y la Hermandad de la Macarena. Una de los cinco lapidas referidas, esta datada el 7 de Mayo de 1923, la Madre de Dios, en su advocación de la Esperanza "tomo posesión" de dicho arco.
Otra de las lápidas esta fechada un poco mas tarde de 1630, ordena a los guardianes de la puerta que no cobren impuestos a las personas que pasen por delante de la puerta, solo a los que la crucen. La mas reciente corresponde a las últimas remodelaciones en la puerta acometidas en 1998.
Sufrió reformas en el siglo XVI para mejorar los accesos de la ciudad y durante el siglo XVIII para arreglar los desperfectos del terremoto de Lisboa.
Bordeando las murallas por la calle Macarena llegaremos a la puerta de Córdoba, que se encuentra adosada a la espalda de la iglesia de San Hermenegildo, se trata de la típica puerta musulmana acodada y de arco de herradura; en ella cuenta la leyenda que sufrió la muerte San Hermenegildo en el año 578, hecho histórico difícil de constatar.
Frente a la puerta de la Macarena se alza majestuosa la Basílica de la Macarena, como si conociera el tesoro que encierra, la universalmente conocida imagen de la Virgen de la Esperanza Macarena, talla barroca que ha sido modelo de dolorosas sevillanas y andaluzas y que la tradición atribuye a Luisa Roldan "La Roldana".
Visitaremos la Basílica de la Macarena y nos dirigimos por la calle San Luis, a la Iglesia de San Gil que también visitaremos, continuamos nuestro recorrido hacia la plaza de Pumarejo, que se haya a la espalda de la iglesia de San Gil.
La plaza se creó en el siglo XVIII, cuando don Pedro Pumarejo adquirió y derribó la manzana de casas entre la Calle Real (hoy San Luís) y la calle Lázaro Díaz (hoy desaparecida), convirtiendo el solar en plaza que sirviera de pórtico a su nueva casa-palacio, fue conocida en épocas anteriores como la "Plaza de las Cuatro Esquinas". En el centro de la plaza se colocó una fuente antigua, de la que hoy sólo se conserva un trozo en el monumento a doña Catalina de Ribera.
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. . . . . .Detalles de la casa-palacio de Pumarejo
En el lado del este destaca el edificio que da nombre a la Plaza: la casa-palacio de Pumarejo. Es una casa palacio del s.XVII, construida según los gustos de la época, colocando una gran puerta de piedra y organizada entorno a un gran patio principal con columnas de caoba, fue reconvertida en corral de vecinos en el s.XX y hoy en día se encuentra en lamentable estado. Cabe destacar el escudo de la familia Pumarejo en la esquina del palacio.
Seguimos nuestra ruta por la calle san Luís, para llegar a la Iglesia de Santa Marina, curiosamente en este tramo, fue donde el rey Pedro I el Cruel vio por primera vez a doña María Coronel y se enamoró de ella, sometiéndola después a tal acoso que dio origen a una de las leyendas sevillanas, "la dama para huir de las vehemencias del monarca, se arrojó aceite hirviendo al rostro".
Con la visita a la Iglesia de Santa Marina finalizamos nuestro recorrido de hoy.
De las doce puertas que tuvo la muralla Sevilla: - Macarena, Córdoba, Sol, Osario, Carmona, de la Carne, Jerez, Arenal, Triana, Goles, San Juan y la Barqueta- La puerta de la Macarena es la única que se conserva, junto a un tramo de muralla que llega hasta la puerta de Córdoba. A lo largo de ella se suceden siete torreones cuadrados y uno octogonal.
La muralla, construida en el siglo XII sobre los restos de una muralla romana anterior, fue reformada y ampliada más tarde por almohades y cristianos, y formó parte del muro defensivo de la ciudad, que alcanzó 6 Km. de perímetro. El arco, cuyo aspecto actual es obra del siglo XIX, es la celebre puerta de la Macarena, llamada Bad-al-Makrina, por los árabes.
Es la puerta por donde más reyes y reinas de España han entrado. Se dice que Fernando III el santo entró por ella disfrazado de moro días antes de la conquista de la ciudad para inspeccionarla, saliendo por la puerta de Jerez. Está probado que por ella entró el infante don Fadrique en 1358, cuando engañado vino a Sevilla para ser muerto por mandato de su hermano el rey don Pedro I de Castilla. Así por la misma puerta entro Isabel y Fernando, los Reyes Católicos, pero por separado. Después entro Carlos I de España y V de Alemania, para su boda, que se celebró en Sevilla con Doña Isabel de Portugal, y por último entro por dicha puerta Felipe IV.
En la puerta podemos distinguir cinco lapidas y encima del arco un azulejo que representa a la Esperanza Macarena, obra de D. Manuel Rodríguez y Pérez de Tudela bajo el lema :”Esperanza nuestra, Ella es morada de Dios y Puerta del Cielo”, flanqueados por los escudos de España, Sevilla y la Hermandad de la Macarena. Una de los cinco lapidas referidas, esta datada el 7 de Mayo de 1923, la Madre de Dios, en su advocación de la Esperanza "tomo posesión" de dicho arco.
Otra de las lápidas esta fechada un poco mas tarde de 1630, ordena a los guardianes de la puerta que no cobren impuestos a las personas que pasen por delante de la puerta, solo a los que la crucen. La mas reciente corresponde a las últimas remodelaciones en la puerta acometidas en 1998.
Sufrió reformas en el siglo XVI para mejorar los accesos de la ciudad y durante el siglo XVIII para arreglar los desperfectos del terremoto de Lisboa.
Bordeando las murallas por la calle Macarena llegaremos a la puerta de Córdoba, que se encuentra adosada a la espalda de la iglesia de San Hermenegildo, se trata de la típica puerta musulmana acodada y de arco de herradura; en ella cuenta la leyenda que sufrió la muerte San Hermenegildo en el año 578, hecho histórico difícil de constatar.
Frente a la puerta de la Macarena se alza majestuosa la Basílica de la Macarena, como si conociera el tesoro que encierra, la universalmente conocida imagen de la Virgen de la Esperanza Macarena, talla barroca que ha sido modelo de dolorosas sevillanas y andaluzas y que la tradición atribuye a Luisa Roldan "La Roldana".
Visitaremos la Basílica de la Macarena y nos dirigimos por la calle San Luis, a la Iglesia de San Gil que también visitaremos, continuamos nuestro recorrido hacia la plaza de Pumarejo, que se haya a la espalda de la iglesia de San Gil.
La plaza se creó en el siglo XVIII, cuando don Pedro Pumarejo adquirió y derribó la manzana de casas entre la Calle Real (hoy San Luís) y la calle Lázaro Díaz (hoy desaparecida), convirtiendo el solar en plaza que sirviera de pórtico a su nueva casa-palacio, fue conocida en épocas anteriores como la "Plaza de las Cuatro Esquinas". En el centro de la plaza se colocó una fuente antigua, de la que hoy sólo se conserva un trozo en el monumento a doña Catalina de Ribera.
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. . . . . .Detalles de la casa-palacio de Pumarejo
En el lado del este destaca el edificio que da nombre a la Plaza: la casa-palacio de Pumarejo. Es una casa palacio del s.XVII, construida según los gustos de la época, colocando una gran puerta de piedra y organizada entorno a un gran patio principal con columnas de caoba, fue reconvertida en corral de vecinos en el s.XX y hoy en día se encuentra en lamentable estado. Cabe destacar el escudo de la familia Pumarejo en la esquina del palacio.
Seguimos nuestra ruta por la calle san Luís, para llegar a la Iglesia de Santa Marina, curiosamente en este tramo, fue donde el rey Pedro I el Cruel vio por primera vez a doña María Coronel y se enamoró de ella, sometiéndola después a tal acoso que dio origen a una de las leyendas sevillanas, "la dama para huir de las vehemencias del monarca, se arrojó aceite hirviendo al rostro".
Con la visita a la Iglesia de Santa Marina finalizamos nuestro recorrido de hoy.
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