domingo, 15 de agosto de 2010

Convento de San Clemente




CONVENTO DE SAN CLEMENTE







sábado, 28 de febrero de 2009

Calle Pureza

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Con la denominación actual se aglutinan dos antiguas calles de Triana, por un lado la calle que antaño se denominó de "Los Olleros", por radicar en ella dicho gremio que tuvo su momento culmen al final del siglo XV, y la llamada "calle Ancha",o "Larga" de Santa Ana, estando el límite en la confluencia de la calle Arfián. Ambas fueron reunidas en una sola bajo la denominación de "Calle Pureza" en 1859, como homenaje a la Inmaculada, con motivo de la definición del Dogma del misterio de la Pureza de la Virgen María, con el que Sevilla ha estado desde siempre vitalmente religada.

Aquí radican varios de los edificios civiles más importantes del barrio, sobre todo, los construidos en el siglo XVIII, entre los que se encuentra la famosa "Casa de las Columnas", construida en 1780, que fue sede del colegio de Mareantes de Sevilla.

A ella llegan las espaldas de la Iglesia de Santa Ana, la Catedral de Triana como se le ha venido denominando, construida en 1276 por Alfonso el sabio.
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sábado, 21 de febrero de 2009

El Arenal de Sevilla

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Uno de los lugares más populares de la ciudad, que alcanzó más renombre universal, fue indudablemente el famoso Arenal. Este era el centro de la intensísima actividad portuaria desde la época en que rivalizaban los barcos andaluces y portugueses por el oro, los esclavos y las especias. Ya Cervantes y Lope de Vega hablan extensamente de este lugar, centro obligado de la picaresca mundial que florece al abrigo del trajín del puerto y de la Casa de la Moneda, a cuyas espaldas se reunían para su anual marcha a las pesquerías de los atunes allá por las playas de Conil y Barbate, cuyo traslado se hacía evidentemente a pie y del que nos ha quedado la frase de Andar de la Ceca a la Meca, aludiendo a la Casa de la Moneda, la Ceca, y a los famosos Caños de la Meca, lugares de origen y de destino de esta marcha.

En el Arenal surgen desde épocas muy tempranas dos arrabales que salían fuera de la muralla, que después se convertirían en los popularísimos barrios de la Cesterí, la Carretería. La imagen nos muestra el ajetreo del puerto y al fondo la chimenea de la "Fábrica de la luz".

domingo, 15 de febrero de 2009

Plaza del Triunfo

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La plaza del triunfo es una de las entradas al Barrio de Santa Cruz, se encuentra situada en el eje de un conjunto de edificios declarados Patrimonio de la Humanidad en 1987. Los edificios son: el Archivo General de Indias, los Reales Alcázares y la Catedral.

Si quieres ver una panorámica haz clic aquí.

Se denomina así, por un templete o triunfo de estilo barroco situado al costado del Archivo de Indias, llamado Triunfo, es una exaltación al triunfo de la fe, está compuesto por una gradería de tres escalones, sobre el que se levanta un balaustre de piedra en forma de vástago, con inscrustraciones de mármol rojo, blanco y negro. Estos elementos, a la vez constructivos y decorativos llevan bajo relieve representaciones de Santa Justa y Rufina, patronas de la ciudad, y los jarrones de azucenas del cabildo Catedral. Se remata con un templete que alberga la imagen de la Virgen y el Niño en su interior, y se corona con la Cruz Patriarcal.

Está rodeado de una verja de hierro fundida obra de Juan Mencía.

Fue construido en el año 1757, obra diseñada por el maestro mayor de la Catedral José Tomás Zambrano, en conmemoración y agradecimiento, por no haber sufrido desgracias personales en el terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755).

En el momento del seísmo, se estaba celebrando en el interior de la Catedral, los oficios correspondientes al día de Todos los Santos, tras el derrumbe de parte de esta, se continuaron en el exterior, justamente donde se encuentra el Triunfo.

Durante el S.XV, la plaza es utilizada como lonja de comercio o intercambio, en ella se llevaban a cabo juegos de toros y cañas. En este siglo era denominada Plaza de los Cantos, debido al acopio de piedras que la ocupaba con motivo de la construcción de la catedral, según el historiador José Gestoso tal nombre se debía a los "cantos" que aparejaban los muros del Alcázar.

En el S. XVI, pasó a llamarse Plaza del Hospital del Rey, por estar situado dicho hospital en el lugar que hoy ocupa la casa palacio denominada Casa de la Provincia. En esta época existía una fuente que se abastecía con agua de los caños de Carmona.

Con el derribo del Corral de los Olmos (1719), edificio que separaba esta plaza de la denominada Virgen de los Reyes, se plantea la ordenación de la misma.

En 1848, se propone nivelar el terreno.
En 1873, aparece dotada de bancos árboles y candelabros.
A comienzos del S.XX, se pavimenta con lozas traídas de Tarifa y el arquitecto Juan Talavera Heredia, ejecuta un proyecto de remodelación de la plaza, en el que incluye el monumento a la Inmaculada, que fue inaugurado el 8 de diciembre de 1918, realizado por Lorenzo Coullaut Valera, según proyecto del arquitecto José Espiau y Muñoz.

El monumento centrado hacia el este de la plaza, en un octógono de gradas de granito se levanta un amplio pedestal, rodeado de las figuras de cuatro personajes del siglo XVII que destacaron en su afán concepcionista:








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Juan de Pineda . . .Martínez Montañés . . Miguel Cid . . . . . . Murillo

  • Juan de Pineda, jesuita sevillano representando la teología.
  • Juan Martínez Montañéz, por su obra de la Inmaculada conocida como "La Ciguecita", que se puede admirar dentro de la catedral, representando la escultura.
  • Miguel Cid, por la poesía y
  • Bartolomé Esteban Murillo por la pintura.
Sobre el pedestal, cuatro pilares de orden jónico sustentan la imagen de la Inmaculada Concepción, basada en la obra que Murillo pintó para el Hospital de los Venerables de Sevilla y que hoy está en el Museo del Prado.



sábado, 14 de febrero de 2009

La Catedra, Las Portadas.

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Un autor escribió con respecto a este monumento: "La catedral de Sevilla, fue una obra concebida por locos y realizadas por titanes; es templo para el adorador, museo para el artista, archivo para el investigador y biblioteca para el curioso".

La catedral de Sevilla, de estilo gótico, se levantó sobre el antiguo emplazamiento que ocupó la Aljama o mezquita mayor sevillana, debido a que la anterior llamada Inb Adabbas, situada en el lugar que hoy ocupa la Iglesia del Salvador, y que había sido construida en el s. IX, cuando era califa Abderraman II, se encontraba en malas condiciones y, además era insuficiente para el número de mahometanos que habitaban Sevilla por aquella época.

En el s. XII (1172), el califa almohade, Abu Yacub Tusuf, encargo la construcción de la nueva mezquita al arquitecto Ahmed Inb Baso, que dirigió las obras hasta que finalizó en 1176.

Con la conquista de Sevilla por Fernando III el Santo en 1248, la mezquita se transforma en lugar de culto cristiano, para lo cual hubo de cambiar la orientación de la misma, esta adopción no produjo modificación en su estructura arquitectónica, solo se dispuso la nueva disposición de las naves, orientándose el prebisterio hacia oriente (lugar por donde sale el sol) y los pies hacia occidente (lugar por donde se oculta el sol).

A finales del siglo XIV la mezquita estaba muy estropeada, con riesgo de ruina. El Cabildo catedralicio pensó derribar el edificio almohade para construir una catedral de formas cristianas. El día 8 de julio de 1402, el Deán y el Cabildo de la catedral acuerdan en el Corral de los Olmos lo siguiente: "por cuanto la Iglesia de Sevilla amenazaba cada día ruina por los terremotos que ha habido, y está por caer muchas partes, que se labre otra iglesia tal y tan buena, que no haya otra su igual, y que se considere y atienda a las grandeza y autoridad de Sevilla y su Iglesia, como manda la razón y para ello no bastase la renta de la obra, dixeron todos que se done de sus rentas de cada uno lo que bastaba, que ellos lo darán en servicio de Dios."

Las obras comenzaron en 1403, y como no había problemas económicos se dispuso que fuera de tal suntuosidad que produjera la admiración del que la contemplase, se dice que unos de los canónigos pronunció esta frase:

"Fagamos un templo tal e tan grande, que los que la vieren acabada, nos tengan por locos."

de hecho es el tercer templo mayor de la cristiandad, después de San Pedro de Roma y San Pablo en Londres.

El inicio de las obras supuso derribar la mezquita, si bien se respetó el Alminar (hoy la Giralda), así como parte de los lienzos del patio de los Naranjos que circundaban la mezquita por el norte, poniente y levante, además de la capilla real.

No se sabe con certeza quien fue el maestro que inició las obras, probablemente fue el Maestro Mayor de la Catedral D. Alonso Martínez, a través de los años le sucedieron distintos arquitectos culminando las obras en 1506 Alonso Rodríguez. Posteriormente se acometieron otras obras en los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX.


Plano de la Catedral

Las portadas:

Vamos a comenzar por las portadas de la fachada principal, se encuentra orientada hacia poniente, está la situada en la Avenida de la Constitución y consta de tres portadas:

  • Portada del Nacimiento o de San Miguel es la que se encuentra a la derecha y está dedicada al nacimiento. Es obra del escultor Lorenzo Mercadante de Bretaña, realizada entre 1464 y 1467. En las jambas y ejecutados en barro cocido o terracota, realizados también por el mismo artista, aparecen representados: en el centro los cuatro evangelistas y el los extremos los Santos Hermenegildo y Laureano, presentan rasgos arcaicos.
    La decoración que aparece en las arquivoltas son unas esculturas de pequeño tamaño obra de Pedro Millán.
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  • Portada de la Asunción En el centro y con mayor solemnidad, se levanta la portada de la Asunción de la Virgen. Esta portada no se llegó a labrar en el momento que se construyó la Catedral, fue en 1827 cuando el Cadernal Cienfuegos y Jovellanos decidió finalizarla. Los trabajos fueron dirigidos por el arquitecto Fernando Rosales, quien mantuvo el estilo gótico en la configuración de los elementos constructivos. La decoración escultórica se realizó años más tarde, (1877 a 1898) bajo la responsabilidad del arquitecto Ricardo Bellver, quien realizó las imágenes de los santos que la decoran en piedra artificial, situando además el relieve de La Asunción de la Virgen en el tímpano de la puerta.
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  • Portada del Bautismo es la que se encuentra a la izquierda, está configurada con arquivoltas apuntadas, en las que se disponen personajes del Antiguo Testamento, siendo las figuras más importantes las de las jambas, situadas sobre ménsulas y bajo dorseteles, donde aparecen Santa Justa y Santa Rufina en los extremos, San Leandro y San Isidoro (hermanos) a la Izquierda y San Fulgencio y Santa Florentina (Hermanos) a la derecha. Son de barro cocido que originalmente estuvieron policromadas, obras al igual que la portada del Nacimiento de Lorenzo Mercadante de Bretaña quien la realizó entre 1464 y 1467.
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Portada del Perdón situada en la calle Alemanes, por la que se accede al Patio de los Naranjos, que era la entrada principal de la Mezquita, orientada de Norte a Sur.

El arco de entrada aún conserva su fisonomía almohade, con arco de herradura apuntado; la decoración de yesería que lo recubre fue realizada por Bartolomé López en 1522.

Las grandes puertas que cierran el recinto, son también de época almohade, al igual que la decoración de las grandes planchas de bronce que las recubren. Los aldabones de estas puerta que también son almohades, están realzados por una decoración de ataurique. Estos aldabones, son una reproducción exacta de los originales, conservados en el tesoro catedralicio.

El frente de la Portada del Perdón se reformó en 1520, la decoración corrió a cargo del escultor Miguel Florentín, realizando un conjunto arquitectónico en barro cocido, que representan a San Pedro y San Pablo en los laterales, La Virgen y el Arcángel San Gabriel que se encuentran sobre los anteriores y en el centro sobre el arco de la Puerta el gran relieve que representa la Expulsión de los Mercaderes.

En el vestíbulo, se puede ver un pequeño retablo con un Ecce Homo y el Cristo del Perdón, que le da nombre a la puerta.

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Continuaremos nuestro recorrido, hacia la Plaza de la Virgen de los Reyes, no sin antes detenernos en la esquina para contemplar el cuadro llamado Cristo de los Ajusticiados, de los ahorcados o de las muletas, que fue realizado por Luís de Vargas en 1563, retocado por Francisco Pacheco. No lo podemos apreciar muy bien, está detrás de la reja del s XVI. "Cuando algún reo era condenado a muerte, antes de ahorcarlos, se les traía a este lugar, para que pudiera rezar al Cristo y arrepentirse".

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  • Portada de la Adoración de los Reyes denominada popularmente Puerta de Palos debido a las verjas de madera que la separaban del adyacente Corral de los Olmos, donde antiguamente estuvieron situadas algunas dependencias del Cabildo Catedralicio.

    Está situada en la cabecera de la Catedral, portada de traza gótica adornada con esculturas renacentista. La decoración escultórica fue realizada por Miguel Florentín hacia 1520, a quien corresponde el relieve de La Adoración de los Reyes del tímpano, también de barro cocido, y los ángeles de las Jambas.
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Continuamos hacia la Plaza del Triunfo y nos encontramos con la otra portada que compone la cabecera de la Catedral

  • La Entrada de Jesús en Jerusalén o popularmente Portada de Campanillas, porque durante la construcción de la Catedral estaban situadas allí las campanillas que llamaban a los obreros a la hora de iniciar el trabajo.

    Las figuras que se pueden contemplar en el tímpano, pertenece a esta escena evangélica, fue realizada en barro cocido por el escultor Miguel Florentín, quien también realizó las esculturas de los profetas que figuran en las jambas, fechándose toda su labor hacia 1520.

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Por último ya en la Plaza del Triunfo, se encuentra la

  • Portada de San Cristóbal, denominada también del Príncipe, por donde actualmente se accede a la visita artística del templo.S u construcción es relativamente reciente, data de 1887, realizada por el arquitecto Fernández Casanova, quien se ciñó en su traza de al estilo gótico del resto del Templo. Flanquean esta portada dos grandes apilastrados del s. XVI.





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jueves, 12 de febrero de 2009

El Altozano

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Fue la más importante encrucijada de Triana, pues era el paso obligado hacia Sevilla. Su nombre ya existe en el siglo XVI, según los padrones de pecheras.

Porticada en un tiempo, fue lugar de concentración de vendedores, paseantes, etc.

En el siglo XVIII se hace más amplio y diáfano con las reformas efectuadas por el Asistente Avalos, ensanchándose la entrada del Puente y derribando uno de los muros exteriores del Castillo de S. Jorge. Con sus escombros se eleva el nivel del suelo sobre las cotas de la inundación de 1783, formándose una plataforma en alto que fue decorada profusamente. Haciendo juego se fabricó otra en el lado opuesto en tiempos de López de Lerena. El Puente de Isabel II cambió la fisonomía de la zona, semejante a la imagen. Aún cambiaría de aspecto varias veces hasta parecer conforme hoy se ve.

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martes, 10 de febrero de 2009

Museo de Bellas Artes de Sevilla y exposición de Juan de Roelas. Sevilla-1560-1625

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Exposición dedicada al pintor Juan de Roelas (1560-1625), artista fundamental en la Historia de la Pintura de nuestra ciudad, al ser el introductor de los sentimientos en los personajes de sus obras. Gracias a él, la Escuela sevillana tomó un rumbo diferente al seguir las corrientes que venían de Europa y que mostraban una mayor humanidad en las figuras divinas.

La muestra recoge 40 lienzos provenientes del propio Museo de Bellas Artes, además de otros centros artísticos de Madrid, Bilbao, Valladolid y Canarias.

Biografía de Juan de Roelas aquí

Recorrido por la exposición:


  • La serie de seis santas inglesas (Santa Margarita, Santa Helena, Santa Edith, Santa Walburga, Santa Milburga y Santa Edilberga) de la Iglesia de San Miguel y San Julián de Valladolid.
Este conjunto, representa a seis santas medievales inglesas, que tuvieron en común su pertenencia a la monarquía, reinas o princesas, todas sobresalieron como firmes defensoras de la cristiandad.

La persecución que motivó la reforma protestante a finales del S.XVI, obligó al exilio a aquellos que quisieron realizar la carrera del sacerdocio. Con ayuda del rey Felipe II, se fundaron en España al igual que sucedió en otros países cercanos tres seminarios para ingleses, con la condición que después ejercieran en Inglatera.
Las pinturas fueron encargadas a Roelas, de acuerdo a un modelo común que siguió también Francisco Pacheco, cuyas pinturas de reyes llegaron al seminario de ingleses de Valladolid en 1602, pudo ser este mismo año cuando Roelas realiza esta serie, justamente antes de su traslado a Sevilla.
Este conjunto de pintura, recordaba a los estudiantes la tradición católica de la iglesia en Inglaterra, a pesar de la separación de Enrique VIII y la reina Isabel I de la iglesia de Roma.
Las pinturas fueron encargadas a Roelas. Las santas son representadas de acuerdo a los rasgos principales de su historia. En el cartucho oval que simula piedra aparecen unas palabras del libro de los proverbios, donde se exalta la audacia de la mujer.
Bajo ellas, unas breves biografías de sus vidas.

  • Virgen con Niño y Santos, y el canónigo Bartolomé Cairasco, perteneciente a la Catedral de Canarias.
Esta es una de las obras de la escuela sevillana de pintura que más influyo en la formación de la pintura barroca.
La escena muestra a la Virgen con el niño en un rompiente de luz y delante a Santa Catalina, titular de la capilla para la que fue encargado. San Bernardo en actitud devota besa las manos del niño, en el fondo del lado derecho está la figura del canónigo Bartolomé Cairasco y Figueroa que fue quien encargó el lienzo.

  • Visión de San Bernardo o Lactación de San Bernardo, de 1611, perteneciente al Hospital de san Bernardo.
La escena representa el momento en el que el santo recibe la leche del pecho de la Virgen, en un ambiente encendido. Sobresale el rostro de San Bernardo de un naturalismo tal que nos hace pensar en el retrato de una persona anciana. De gran interés resulta el paisaje de la zona inferior derecha y el bodegón. El mobiliario, la estampa y los libros, en la zona de la izquierda, una de las mejores naturalezas muertas de la pintura sevillana del SXVII. En el lomo de un libro, está rotulado el nombre del pintor.

  • Sagrada Parentela, es una alegoría a la Inmaculada, pertenece esta obra al convento de Santa Isabel en Marchena (Sevilla).
Se encontraba originalmente y hasta el S.XVIII en el centro del retablo mayor de la iglesia Jesuítica del colegio de la Encarnación.
Desde el punto de vista estilístico es clara la modernidad técnica de Roelas, amplias y prolongadas pinceladas, incipientes contraluces, con un colorido nuevo y transparencias que prefiguran lo que sería la gran pintura barroca sevillana. Además la cuidada iconografía que pone de manifiesto al Roela humanista que se adecua a las exigencias doctrinales de los Jesuitas.

  • La liberación de San Pedro (1612) Juan de Roelas hizo esta obra como dote por su ingreso en la Hermandad de San Pedro en 1612, formada por sacerdotes seculares.
Roelas configura esta pintura a base de contrastes, la oscuridad de la cárcel contrasta con la luz que baña a los personajes del primer plano, un interesante juego de luces se reproduce en esta pintura que evidencia el conocimiento que poseía de la pintura italiana de la época.

  • Copia del autorretrato de Roelas. Esta representación del pintor, es una copia de un autorretrato original del propio Roelas que pertenecía a la colección de William Stirling Maxwell en Keir (Escocia). De esta pintura, se realizan tres copias durante el siglo XIX conservándose una de ellas en el ayuntamiento , procedente de la galería de retratos del Palacio de San Telmo, otra en la biblioteca de la universidad y la última en la academia de Bellas Artes

  • San Juan y La Dolorosa de la Hermandad de la Vera Cruz, Parroquia de la O de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz).
    Estas dos obras fueron realizadas para el retablo dedicado a la talla del Crucificado de la Vera Cruz, obra atribuida al ingeniero Francisco de Ocampo y fechada en 1620.
    La Dolorosa se representa como el modelo iconográfico de Stabat Mater, mientras que San Juan Evangelista presenta rasgos más naturales. Roela crea en estos dos lienzos una expresión muy humana, con elementos que reúnen el naturalismo y el misticismo, características de sus obras especialmente en su trayectoria final.

  • Anunciación de la Virgen y Encarnación del Verbo perteneciente al palacio episcopal de Huelva. La presentación de la Anunciación procede de la antigua iglesia mercedaria de Huelva, y estaba situado en la calle lateral del retablo de la Virgen de la Merced.
    La atribución del lienzo a Juan de Roelas ha sido realizada recientemente y aceptada unánimemente por los historiadores de arte. Estas obras se realizan por encargo del duque de Medina Sidonia para el convento de la Merced de Huelva, con motivo de su fundación. Un estilo menos acabado, muestra la participación de su taller.

  • Alegoría de la Inmaculada Concepción del Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Con gran aparatosidad, esta escena está diseñada para una lectura lenta de forma que se puede captar todo su significado y entender todo su complejo discurso narrativo.
    La escena se divide en tres planos, El celestial de forma circular que ocupa casi toda la mitad superior de la superficie pictórica, la terrestre y la infernal, dispuesta en un ángulo en la zona inferior.
    Se desarrolla un compendio monográfico de exaltación inmacudeista a las imágenes y en los emblemas se recogen textos en el que se expresa el deseo de Dios de crear a la Virgen sin pecado.

  • Martirio de San Serapio, del Museo de Bellas Artes de Sevilla.
    Descripciones del s.XVIII del convento de la Merced, actual museo de Bellas Artes, hablaba de la existencia de una amplia serie de mártires de Roelas en los muros del claustro mayor. Dispersos los cuadros en el s.XIX, se ha identificado este como uno de sus lienzos perteneciente a esta serie de mártires mercenarios.
    El taller de restauración del museo, ha llevado a cabo un complejo trabajo para la recuperación de esta obra con el objeto de exponerla en esta muestra. Durante la intervención ha aparecido la firma del artista.
    San Serapio nació por el año 1179 en las Islas Británicas. Fue soldado del Rey Ricardo Corazón de León fue dos veces a Tierra Santa, y en el año 1212 viaja a España con el archiduque Leopoldo de Austria, para ayudar al Rey Alfonso en la guerra santa contra los moros.
    Aproximadamente en 1220 fue destinado para acompañar a Beatriz de Suecia a España, quien iba a contraer matrimonio con Fernando de Castilla. Allí se estableció y conoció la Orden de la Merced, a la cual ingresó en1222.
    Realizó varias redenciones en algunos territorios invadidos por los musulmanes. En una de ellas, el año 1240, quedó como rehén, dispuesto a cumplir el cuarto voto de la Orden: "Quedarse en rehenes, dar la vida si fuere necesario".
    El dinero del rescate no llegó a tiempo y el Rey de Argelia, su captor, ordenó que le crucificaran y le arrancaran las vísceras estando aún con vida, con el fin que renunciase a su fe cristiana.
    Fue un religioso de extraordinaria santidad y virtud, ejemplar en la práctica de la abstinencia, fervoroso en la oración y dotado de ardiente caridad en la redención de los cautivos.
    La Orden Mercedaria lo considera Patrono de los Enfermos.

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    Retablo de San Andrés. Estas dos pinturas formaban parte del banco del retablo dedicado a San Andrés pintado por Roelas para la capilla de Santo Tomas de Aquino de Sevilla. Estaban separadas por el tabernáculo que decoraba con la pintura del Niño Salvador. El retablo era precedido por el gran cuadro de San Andrés Mártir.
    -Baustimo de Jesús en este cuadro, Roelas recoge el preciso momento en que Jesús despues de ser bautizado en el rió Jordán, reclutó a sus primeros discípulos, San Andrés y su hermano Pedro, cuando se encontraban pescando en el lago Genesaret de Galilea.
    Se observan rasgos propios de la pintura veneciana como de la escuela flamenca.
    -Niño Jesús Salvador excepcional ejemplo de su estilo en los inicios del naturalismo en la escuela sevillana. Constituye una novedad en cuanto a su monografía, sencilla en su configuración pero muy rica en su lectura y contenido. Se aprecia la influencia veneciana en la utilización de un suntuoso colorido de ricos matices, donde dominan las tonalidades cálidas. Algunos especialistas buscaban además la influencia flamenca, atendiendo sobre todo su gusto por el pormenor naturalista y sentimiento por lo popular.
    -La predicación de San Andrés Realiza una novedosa composición en la que muestra la escena a las afueras de una ciudad, lugar en el que el discípulo de Cristo adoctrina a varios discípulos agrupados a ambos lados.
    Hay que destacar la armonía del colorido y la profundidad en la representación del paisaje.
    El gusto del pintor por el naturalismo y lo anecdótico se pone de manifiesto en las actitudes y vestimentas de los personajes.

  • Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, perteneciente al Museo de Bellas artes de Sevilla, obra procedente del convento de la Merced, donde según Cean Bermudez se situaba junto a la puerta lateral de la iglesia que actualmente es la sala V del museo de Bellas Artes de Sevilla.
    Hoy no se discute la atribución a Roelas de esta obra que Valdiciesa sitúa entre 1610-15, basada tanto en los aspectos técnicos y estilísticos como en los comentarios que realiza su contemporáneo Pacheco en el "Arte de la Pintura"

  • Virgen con el Niño del Real Alcázar de Sevilla (Patrimonio Nacional) es la primera vez que se expone al público.
    Obra de evidente calidad y belleza, pudiéndose señalar algunas concomitancias con pinturas coetanas como con Santa Ana enseñando a leer a la Virgen, del Museo de Bellas Artes de Sevilla. El discreto y elegante modelo concebido para la Santa, se repite de forma muy parecida para la Virgen de esta versión, que en definitiva es ya el tipo de Madonna establecido en 1605 para la Circunscición o la Adoración de los Pastores del retablo Mayor de la antigua iglesia de la Casa Profesa de los Jesuitas de Sevilla, hoy Iglesia de la Anunciación.

  • Presentación de la Virgen en el Templo Tiene pareja con el cuadro de la Anunciación, actualmente situado en la escalera principal del Palacio Episcopal de Huelva, procedentes de la Catedral onubense. Por sus dimensiones notablemente alargadas, se piensa que formarían parte de las calles laterales de uno de los retablos de la iglesia conceptual.

  • La Gloria, obra perteneciente a la Catedral de Sevilla, en ella se advierte la clara influencia que la escuela veneciana ejerció sobre la producción artística de Roelas y especialmente se constata el poderoso influjo de Tintoreto, de hecho la estructura compositiva de esta pintura, toma como referencia las representaciones del tema "La coronación de la Virgen", ejecutada por el pintor veneciano y, de forma concreta se advierte influencia de la versión conservada en el museo de Louvre de París.
  • La Resurrección de Santa Leocadia del Hospital del Niño Jesús de Madrid. La obra representa el milagro realizado por la santa en presencia del rey y del arzobispo San Ildefonso, ocurrido en el interior de la catedral de Toledo, donde estaba enterada .

    Estando en oración san Judas ante el sepulcro de la santa en presencia del rey Recesvinto y su corte, se desplazó la loza que cubría el sepulcro. Santa Leocadia salió cubierta de un gran velo y se dirigió al arzobispo con palabras de alabanza por su onda devoción a la Virgen y por defender sus prorrogativas.
    Esta obra sufrió un robo en el año 2004, fue recuperada con notables daños y ha sido restaurada.

  • San Ignacio de Loyola ante la Inmaculada y la Trinidad. Perteneciente a la iglesia de la Compañía de Jesús, representa a San Ignacio acompañado del los santos hispalenses y de santa Juana que asiste a la coronación de la Virgen por la Santísima Trinidad. La técnica pictórica de cuadro es muy variada, desde la expresión realista de algunas figuras con los rostros cargados de misticismo, hasta la zona que representa al cielo elaborada con mayor descuido. Con toda seguridad la parte superior de cuadro con el grupo de la Inmaculada y el mismo paisaje será obra del artista, mientras que el grupo de la Trinidad es obra del taller.

  • Jesús camino del Calvario La figura monumental de cristo domina la composición que aparece bañada por una atmósfera de claroscuros realizada con la pincelada suelta y la rica paleta de tradición veneciana característica del pintor sevillano. A. Tiziano evoca el recurso de lograr con una gama de color austera, efecto de gran riqueza mediante las contraposiciones, como sucede con los contrastes entre las carnaciones, el paño blanco o el manto rojo.

  • La sagrada familia perteneciente a la diputación provincial. casa cuna., de Sevilla. Esta obra se configura como una de las más importantes realizada por el artista en su segundo periodo sevillano cuando, tras una estancia en Madrid entre 1616 y 1620, regresa a Olivares donde fallece en 1625.
    Aporta como novedad un tratamiento naturalista en la creación de los personajes y del escenario que le rodea, alejado del carácter divino y simbólico. Podría tratarse de una escena domestica extraída de la vida familiar cotidiana, por lo que el pintor logra transmitir con los santos personajes una afectividad directa y popular que tendrá gran influencia entre sus contemporáneos.

  • La Virgen de la Merced catedral de Sevilla. Juan de Roela demuestra su habilidad para componer un conjunto muy abigarrado de personajes sin distorsionar el eje temático fundacional de la composición. Dicho eje es la exaltación gloriosa de la Virgen de la Merced como Mater Omnium protectora de la orden y aquellos que son sus valedores y sus benefactores.
    Posee esta pintura la características artísticas propias de la última etapa de producción de Juan de Roelas. En ese momento la madurez del artista le lleva a conjugar en el lienzo con brillantez y eficacia un inmenso sentido naturalista marcado en expresiones de profundo sonido humano. La técnica es vibrante en el colorido y en las gamas aplicadas.

  • La Venida del Espíritu Santo del propio Bellas Artes de Sevilla. Juan de Roela realiza este lienzo para presidir la capilla del Espíritu Santo de Sevilla, que estuvo en la c/ Tetuan.El esquema compositivo es el habitual en los grandes lienzos de altar que encontramos en ala escuela sevillana del primer tercio del s. XVII. Según este esquema, el pintor divide simétricamente la escena en dos planos: celestial y terrenal, unidos ambos por la iluminación del rompimiento de gloria que cae sobre la parte inferior del lienzo e invade el espacio terrenal de la composición.
    El resultado es una composición simétrica en la que el eje central lo constituye la figura de la Virgen y en el registro superior la Paloma símbolo del espíritu Santo.

  • Martirio de San Andrés, de 1612, perteneciente al museo de Bellas Artes de Sevilla, fue realizada para el colegio de Santo Tomás de Aquino de Sevilla, tiene gran expresividad, dinamismo y movilidad. En el centro aparece San Andres crucificado en aspa y atado por ligaduras en brazos y piernas, su rostro muestra expresión resignada, asumiendo su martirio. La obra representa dos partes muy diferencias el paraiso celestial y el terrenal, según la formula que era original en toda la Europa Católica y muy especialmente en Sevilla.


Otras tres obras de este artista, la encontramos dispersas en distintos puntos de Sevilla como:

  • Retablo mayor de la Iglesia de la Anunciación de Sevilla. El lienzo principal del retablo es la Circuncisión, de grandes dimensiones (5,75 x 3,35 metros), atribuido a Juan de Roelas. En 1604 consta que se estaba realizando esta pintura, que posee un profundo contenido iconográfico que sobrepasa la escena de la Circuncisión, para convertirse en una exaltación de la grandeza de la orden jesuítica.

  • Retablo mayor de la Iglesia de San Isidoro de Sevilla: El transito de San Isidoro representa la muerte de San Isidoro. La obra está dividida en dos planos, uno la parte terrenal, representa a San Isidoro acompañado de una serie de clérigos vestidos con ropa del s. XVII, cuando San Isidoro es del S. VII, la cara de los clérigos está copiada de personajes reales de la época. El plano superior es el Celestial, representa la alegría recibiendo a San Isidoro. Obra de Juan de Róelas (1613).


  • Retablo de la capilla de Santiago en la Catedral de Sevilla La composición de esta obra, presenta al Apóstol cabalgando sobre su caballo blanco en el momento de abalanzarse sobre un tropel de aterrados musulmanes.