sábado, 27 de diciembre de 2008

El Barrio Alto de Triana

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El río, Betis para los romanos, Guadalquivir desde los árabes y Len Barrí (Río Grande) para la enorme colonia gitana del lugar, junto a las características arcillosas del terreno favoreció la creación de un arrabal. Triana, guarda y collación de Sevilla, como rezan los documentos antiguos.

Sobre su datación las opiniones son discrepantes, algunos, como Guichot, lo fechan en la época romana, otros, como González de León, estiman que el asentamiento real se produce en el siglo XII cuando, dice, se construye el puente de barcas y el imponente Castillo de San Jorge.

El origen del nombre lo hacen derivar de Trajano, cuya familia estaba asentada en Itálica, modernas opiniones siguiendo a Matute apuntan a su posible procedencia del latín: trans annis, al otro lado del río, para devenir en Triana.

sábado, 20 de diciembre de 2008

La calle de D. Fadrique

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Hasta hace poco circulaban varias leyendas acerca de la etimología de este popular barrio: Macarena, unas la hacían derivar del nombre de una princesa musulmana, otras de una hija de Hércules, hoy sabemos que es un gentilicio que data de la época romana.

En 1868 se acordó denominar esta calle con el nombre del Maestre de Santiago D. Fadrique Enríquez de Rivera. La calle comprendía el trayecto entre la Puerta y la antigua Venta de los Escalones. A su lado se alza el Hospital de la Macarena, fundado por Catalina de Rivera en 1546, obra de Martín de Gaínza y Hernán Ruiz. Aun no llegándose a finalizar el proyecto, fue en tiempos uno de los mayores de Europa. A nuestra época llegó, ya, con un considerable deterioro.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Exposición de Rodin. Arte en la calle

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Desde el día 20 de Noviembre hasta el 7 de Enero del 2009 se pueden contemplar algunas de las estatuas más importantes realizadas por el escultor francés Auguste Rodin en la Plaza Nueva de Sevilla.

Esta exposición al aire libre viene gracias a la colaboración llevada a cabo entre el Ayuntamiento de Sevilla y la Obra Social de La Caixa “Arte en la Calle”. La obra más famosa del escultor modernista, “El Pensador”, y estará perfectamente acompañada por otras seis obras más, unas figuras humanas pertenecientes a los estudios realizados por Rodin para conformar su obra “Los Burgueses de Calais”

Fotos de las esculturas:

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disfrutadlo.


miércoles, 10 de diciembre de 2008

Plaza de Santo Tomás

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La Avenida, tal como hoy la conocemos, es el resultado de la transformación urbanística que tuvo la zona en la época de la Dictadura de Primo de Rivera. Siguiendo una política de ensanches, se buscaba un espacio recto y diáfano que lograra el drenaje del tráfico rodado por el centro para subsanar las dificultades que presentaba la, cada vez más creciente, dotación del Parque de Tranvías y sus numerosas y peligrosas maniobras a través de un viario eminentemente tortuoso y complicado.

Hubo de sacrificarse varios e importantes edificios como eran los restos del alfolí de la sal y su contiguo Convento de Santo Tomás, la Antigua Universidad y otros inmuebles. Y también la leyenda quiso enclavar en ese lugar la Casa de Fígaro, el barbero inmortalizado por Beaumarchais.

La presente postal corresponde a la época anterior al derribo de la zona y a su posterior ensanche. Está tomada desde la Casa de la Moneda hacia el Archivo de Indias y la Torre de Abdelazis.
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martes, 9 de diciembre de 2008

La calle de Mateos Gago

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La actual calle de Mateos Gago es el resultado de la alineación de dos antiguas calles: la Borceguinería y la del Corral de D. Juan. La primera debe su nombre a que allí estaba el gremio de borceguineros. Comenzaba en el Corral de los Olmos, una de las sedes de la Picaresca sevillana. En ella aún se pueden vislumbrar los restos de los famosos baños musulmanes.

La parte del antiguo Corral de D. Juan empieza por esta casa de vecinos, primitiva sinagoga, después utilizada para comedias, donde se representaron obras de Juan de la Cueva y Lope de Rueda, y donde se expendieron por primera vez billetes de entrada para los espectadores, para transformarse más tarde en casa de gula y mala nota. Se derribó para construir allí la Iglesia de los clérigos menores actual Iglesia de Santa Cruz, donde fue enterrado Murillo, cuyos restos se perdieron entre los escombros al ser saqueada y destruida por los franceses.
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lunes, 8 de diciembre de 2008

La puerta de la Macarena

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En un principio el barrio de la Macarena era un arrabal extramuros que fue abriéndose paso entre huertos, extendiéndose por los aledaños del Gran Hospital. Hoy lo que se denomina por Macarena ha traspasado los límites de la muralla hacia el interior, extendiéndose hasta los distritos parroquiales de San Gil y Omnium Sanctórum.

Esta Puerta es la única que se ha salvado de la Piqueta. Hoy el conjunto de la Puerta y el trozo de la muralla de su costado, se ha convertido en el símbolo por excelencia del barrio. Ante sus muros se levantaba, siglos atrás, un altar donde los reyes que visitaban Sevilla juraban mantener los privilegios de la ciudad y recibían sus llaves.

domingo, 7 de diciembre de 2008

La Calle de San Fernando

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La calle de San Fernando nace al socaire de la Real Fábrica de Tabacos, entre el muro que daba acceso al Gran Patio de la Fama y las casas edificadas junto al jardín del Alcázar; cerrada, a su vez, por la Puerta Nueva o de San Fernando, acogía todo el trasiego que generaba el que fue, en su tiempo, el edificio fabril de mayores dimensiones y más categoría de España y uno de los más antiguos de la Europa del Antiguo Régimen.

La construcción del edificio coincide con la eclosión industrial y la nueva orientación económica que trae la dinastía borbónica en el siglo XVIII. El primer proyecto, del ingeniero Ignacio Sala, fue varias veces modificado, su plena actividad no comienza hasta bien entrada la segunda mitad del siglo. En el XIX se derriba el muro de la fábrica, implantándose la verja que hoy vemos. En 1916 se construye el Hotel Alfonso XIII con vistas al nuevo aire que se pretende dar a la ciudad para la inminente Exposición Iberoamericana.

sábado, 6 de diciembre de 2008

La Alameda de Hercules

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La ordenó el Conde de Barajas en lo que había sido La Laguna de la Feria y el Prado de Belén. Diego Pesquera, sobre fustes de columnas romanas traídas de la calle Mármoles en 1574, esculpió las estatuas de Hércules y Julio César 90 años después se erigen las otras en el otro extremo. En el interior del paseo llegó a haber hasta seis fuentes.

En su entorno estuvo hasta 1810 el Tribunal de la Inquisición en el llamado Colegio de las Becas y allí se instauró el primer cuartel urbano de la Guardia Civil hacia finales de siglo. Lugar de paseo de los sevillanos, se tornó durante las primeras décadas del siglo en el sitio por excelencia de la vida nocturna y disipada, y el principal sitio de aglutinación de flamencos procedentes de dentro y de fuera de Sevilla en la época dorada.

viernes, 5 de diciembre de 2008

La Plaza de san Pedro

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Las sucesivas transformaciones que sufrió el barrio de la Morería, dieron lugar, al ser derruida la antigua fábrica de tabacos, al despeje de la zona, 1840, y la posterior ordenación de la plaza.
En ella estuvo enclavada una mezquita que sirvió a los musulmanes en su última estancia en la Ciudad, ya cuando estaban acotados en ese Adarvejo o Barrio de la Morería.

Ha tenido una variada nomenclatura, la más antigua conocida fue la de Calle del Mesón del Rey, por uno que luego sería propiedad de Rodrigo Fernández de Santaella, asimismo, Plazuela de los Descalzos, colindante al Convento de los Trinitarios, del que hoy sólo queda la torre con la iglesia, y desde su creación como plaza, tal como la vemos en la actualidad, del Príncipe D. Alfonso, de Argüelles, de S. Pedro y del Cristo de Burgos por la cofradía en ella existente.
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jueves, 4 de diciembre de 2008

La Cruz del Campo

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Los humilladeros son un tipo de construcción que se edificaban en la salida de los pueblos y ciudades para servir de referencia de devoción a los caminantes, casi siempre en forma de templete.
Este humilladero de la Cruz del Campo se estableció en la salida de Sevilla, hacia 1482, según nos narra Richard Ford.
Aquí se establece la última estación del Vía-Crucis que fundó D. Fadrique Enríquez de Ribera a la vuelta de su peregrinación a Jerusalén, que comenzando desde la Casa de Pilatos se procuró establecer la misma distancia que hubo de recorrer Jesucristo desde la residencia de Pilatos hasta el Calvario en Jerusalén.
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miércoles, 3 de diciembre de 2008

La Alfalfa y sus aledaños

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La plaza de la Alfalfa.- Según los datos geológicos y arqueológicos, esa zona es la de más altura sobre el nivel del mar de la Sevilla histórica; concretamente, la calle Aire está a unos quince metros sobre el nivel del mar. Es por tanto la primera tierra que emergió del lago que, en eras geológicas anteriores, cubrió el actual valle del Bajo Guadalquivir. Así, allí se establecieron los primeros poblamientos prerromanos que dan origen a la ciudad de Sevilla.

Los historiados clásicos, avalan la hipótesis de que esta plaza era el centro cívico, social y económico en las diversa etapas de la ciudad hispalense. Por los restos arqueológicos encontrados en este lugar, han esbozado el centro de la ciudad romana y sus principales edificios en esta plaza. Recientemente en el año 2006, en unas excavaciones, en la Plaza de Pescadería, muy cerca de aquí, se ha encontraron un muro de separación, de lo que se supone la obra hidráulica romana más antigua documentada de la ciudad encargada del almacenamiento y distribución del agua traída desde Alcalá de Guadaira. En 1172, Abu Yacub Yusuf, reformaría esta red a través de los caños de Carmona, y este gran deposito de agua para abastecer de agua a la ciudad.

Gran importancia también tenía en la época islámica que ocupará parte de la plaza la Alcaicería de la Loza y se construirá en las proximidades la mezquita de Ibn Adabbas, actual Parroquia del Salvador.

Tras la conquista de la ciudad por los cristianos en 1248, las plazas toman carácter mercantil, los establecimientos más primitivos estaban dedicados a la venta de carnes frescas, junto a vendedores de piensos, especialmente alfalfa, lo que daría nombre popular a la plaza. Por el S XV, aumenta las ventas en esta plaza de hortalizas y verduras se la denomina Plaza de Ensaladero.

En el S. XVI Don Pedro de Navarra, manda construir en las inmediaciones de esta plaza la Carnicería Mayor de la Ciudad, destinada a la venta de la carne del ganado sacrificado en el matadero situado extramuros de la Puerta de la Carne.

En la Sevilla del siglo XVI, había en este lugar y los alrededores una variopinta actividad comercial, de ahí los nombres que tenían las calles adyacentes:
la c/ Alcaicería de la Loza, telas, calzados, bisuterías y especias. (durante un breve periodo de tiempo fué denominada c/ Empecinado).
en la c/Herbolario, denominada Alcaiceria de los Abatares, se vendian plantas medicinales; en la reconquista pasó a llamarse Alcaiceria de las Especias, en el S.XIV Especias de la Mujer y en el callejero de Olavides aparece con el nombre de Arbolarios.
en la c/ Huelva denominada Especiería de los Hombres, en le S.XV Carniceros por un hospital que allí habia, Confiteros y en el SXIX toma el nombre de Huelva.
Plaza Pescaderias.- Llamada también Costanilla, en el S. XVII y XVIII Gallinería y Caza Grande. En 1815 se establece allí el mercado del Pescado, de ahí Pescadería.

Con el transcurrir de los tiempos y hechos históricos, en la plaza de la Alfalfa se han sucedido los cambios de denominación: plaza del Infante don Fernando, del Espartero, Boquete, de Mendizábal y en 1937 del General Mola. Nada ha afectado a su primer nombre popular, pues desde que se recuerda, todo el mundo la ha llamado Plaza de la Alfalfa, independientemente del nombre que rezase en el rótulo. No es un caso aislado, otro tanto le ocurre a la muy cercana Plaza de Jesús de la Pasión, popularmente conocida por Plaza del Pan.


En 1820, las carnicerías son trasladadas al Mercado de la Encarnación. Este edificio será demolido y el espacio que ocupaba unido al de la primitiva plaza de la Alfalfa, forman una unidad, para que Balbino Marrón en el año 1848 redactara un proyecto para la plaza. Desde mediados del S.XIX, exactamente desde el año 1852, en la plaza se traslada un mercado de compra-venta de animales por mandato del Ayuntamiento de Sevilla con la intención de evitar el peligro que suponía cruzar el puente de barcas para acudir al mismo que antes estaba instalado en el barrio de Triana.

Plaza Jesús de la Pasión.- Parte integrante de lo que en su día fue el Foro romano, entrado en la contigua plaza de la Alfalfa, tuvo esta plaza desde su orígenes una gran actividad comercial, acentuándose en época musulmana, instalandose en ella el zoco,al amparo de la mezquita Ibn Addabas, actual Parroquia del Salvador.
Tras la conquista cristiana, sigue la actividad mercantil, denominandose en el S.XIII Plaza de los Poyos de las Hogazas, con clara referencia a la venta del pan. En los siglos medievales se la denomina de San Salvador, por la inmediata colegial del mismo nombre. También fue conocida como Debajo de San Salvador o simplemente de Abajo.

Al menos desde el s. XVI, se tienen constancia documental que era una plaza porticada, y en sus soportales de columnas habia numerosas tiendas de todo tipo de géneros, hoy aún existen adosadas a los muros de la Iglesia.

En el siglo XVII hace aparición su nuevo topónimo, la Plaza del Pan, debido a que en ella se situaban los puestos de venta de pan, en 1667 se la llamó de la Fruta, en el S.XIXese la denomina como Vieja del Pan. en 1868 se le dió el rotulo de Comercio, en 1914, y debido a una petición de los vecinos se la denominará Plaza de Jesús de la Pasión, en clara referencia a la imagen de mismo nombre que alberga la Iglesia del Salvador. Aunque popularmente, siempre ha sido conocida por Plaza del Pan.

La plaza tiene forma trapezoidal con la base mas ancha hacia Alcaicería y mas estrecha en la desembocadura en la Cuesta del Rosario. Lo que ha caracterizado a esta plaza durante siglos ha sido su valor de centralidad, al estar ubicada en un espacio estratégico, entre la que fuera mezquita aljama y la alcaicería, una de cuyas puertas daba a la plaza.

Desde el siglo XIV, en que aparecen los primeros datos sobre este espacio, está relacionado con una actividad comercial que mantendrá durante siglos; de un lado mercado del pan y, de otro, de pescado, frutas y de otros artículos de primera necesidad.

Toda esta actividad originaba una ocupación intensiva, a lo que contribuía la construcción de tenderetes de madera, haciendo difícil la circulación y originando una gran confusión.

El caserio que se levanta en esta plaza es por lo general del s XX, destacando la situada en sulado norte, conocida como Casa de Pedro Roldan, realizada por el arquitecto Espiau.



Desde aquí partimos por la c/ Villegas denominada en el S. XIV Cereceros, a la cuesta de Rosario, para adentrarnos en la c/ Augusto Placencia y visitar la Iglesia de San Isidoro.- que es uno de los templos que se integran en el grupo de las Iglesias gótico-mudéjares de Sevilla, un templo levantado durante el siglo XIV supuestamente sobre una antigua mezquita, y que experimenta importantes cambios y transformaciones entre los siglos XVI y XVIII.


Por la c/ Luchana, llegamos a la C/ estrella, donde podemos ver un fresco en latin del S. XVII, está pendiente de restaurar su hallasgo es reciente.





Partimos para la c/Pajaritos, en ella vemos una placa conmemorativa a Jacome Cromberger, padre de la dinastía de impresores sevillanos, por haber establecido en esta calle su taller tipográfico. El suministra el primer impreso al nuevo Mundo "Cartillas de Leer".

Desde aquí nos dirigimos a la C/ Bamberg antigua Marmolejos, y a la c/ abades, si nos fijamos en los rotulos de estas calles, están de ceramicas, para no romper el entorno con la estética de los edificios.

Ya en la c/ Abade, visitaremos la casa de los Pinelos.- Este edificio fue construido por uno de los miembros de la familia Pinelo, ricos comerciantes genoveses afincados en Sevilla desde la segunda mitad del siglo XV. El inmueble que hoy ocupa la Academia es el resultado de la anexión de varias casas aledañas llevada a cabo desde principios del siglo XVI por Jerónimo Pinelo, quien lo concibió como verdadera casa-palacio. Muy pronto pasó a ser propiedad del Cabildo eclesiástico, y hasta la Desamortización sirvió de residencia de clérigos, especialmente de canónigos de la catedral. Más tarde, ya en manos de diferentes propietarios, conoció diversos usos, y en los últimos años del XIX y primera mitad del XX fue sede de un establecimiento hotelero llamado "Don Marcos". Desde 1966 pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Sevilla, que lo destinó, tras su restauración por el arquitecto y académico Rafael Manzano, a las Reales Academias Sevillana de Buenas Letras y de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, ésta ubicada en la planta superior de la casa. El edificio está declarado Monumento Nacional.

La Casa de los Pinelo se ajusta a un prototipo de casas-palacio de origen medieval enriquecido con elementos renacentistas. Al igual que todas las casas nobles de la Sevilla de entonces, se organiza a tres espacios descubiertos : el primer patio o apeadero; el patio de honor, en torno al cual se disponen los salones y principales dependencias de la casa; y el jardín trasero, que tiene, como los dos primeros, galerías, fuentes y otros artificios arquitectónicos.
Primer patio o apeadero.




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El patio principal siguiendo la tradición sevillana con frágil decoración en yeso sobre arcos y enjutas apeados sobre columnas de mármol de Génova.

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Las cabezas que aparecen en los tondos de las enjutas de la arquería son de tema mitológico. En torno a este patio se articulan los espacios más nobles de la actual Real Academia Sevillana de Buenas Letras : el Salón de actos, con un bello friso de yeserías con las armas de los Pinelo; la Biblioteca , con valiosos artesonados; la Sala de Juntas; y el despacho del Director, que conserva el escritorio de Fernán Caballero.

Otros elementos sobresalientes del edificio son sus diferentes artesonados con decoración plenamente renacentista. También su fachada, con un interesante torreón con primer cuerpo de cantería y los superiores de ladrillo; la pequeña bóveda renacentista que conduce a la Sala de Juntas; la escalera que lleva a la Academia de Bellas Artes, en una de cuyas salas nació, según la leyenda, San Juan de Ribera, hijo natural del primer Duque de Alcalá, don Pedro Enríquez, y de doña Teresa Pinelo; y el patio interior, con una doble galería de columnas genovesas, una bella fuente manierista procedente del palacio de los Levíes y una estatua de Pomona, obra de Juan Luis Vasallo. La Academia posee también una colección pictórica constituida principalmente por la galería de retratos de sus Directores y otros miembros destacados de la Corporación , así como varios cuadros de pintores del siglo XIX (Carcía Ramos, Gonzalo Bilbao, Domínguez Bécquer, etc.).

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. . . . Torreón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Detalle de la fachada

Continuamos nuestro camino por la c/ Aire, para llegar a la c/ Marmoles.

Uno de los escasos vestigios que nos quedan de la antigua Colonia iulia Romula Hispalis (así denominada en el s. I a.C.) son las columnas de la c/ Mármoles, que se suponen de un templo que existió en este mismo lugar , aunque algunos especialista matizan que quizás sean de un espacio público porticado del s.II d.C.

Solo quedan tres, aunque otras dos, pueden admirarse en la Alameda de Hercules.



Nos dirigimos a la c/ Muñoz y Pabón num. 21, para adentrarnos en la Iglesia de San Nicolas de Baris, que es un explendido ejemplo de la arquitectura y arte sevillano del S. XVIII, aunque contiene obras anteriores.






Por la c/ Virgenes llegamos a la c/ Cabeza del Rey Don Pedro. Antiguamente se llamó "calle del candilejo"
Debe su nombre al busto del rey Pedro I de Castilla que se encuentra en una hornacina de la fachada de la casa nº 30.

Dice una leyenda que el rey Don Pedro solía salir de noche a recorrer la ciudad de incógnito. En una de sus correrías tuvo un altercado con un desconocido, al que mató. Al día siguiente corrió la noticia de que un noble había sido asesinado aquella misma noche. El rey mandó averiguar lo ocurrido, prometiendo colgar la cabeza del asesino en el lugar del crimen. Una anciana testificó que podía identificar al culpable: el propio Rey, al que reconoció porque le crujían las articulaciones. El Rey reconoció su culpa y, para expiar su pena, mandó colocar una efigie suya en aquel lugar.
El busto y nicho actual son obra de alrededor de los años de 1620-30, que sustituyen a otros más antiguos que había en el mismo lugar.

Seguimos por la c/ Águila nos adentramos en la c/ Rodriguez Marín en el num. 2 visitamos la Iglesia de San Ildefonso, De origen visigodo y posteriormente mozárabe, fue proyectado por Julián Barnecilla y construido de nuevo por José Chamorro en 1841.

Templo de estilo neoclásico, presenta fachada con dos torres iguales, que flanquean la portada de los pies precedida de un atrio con verja. Las torres poseen campanario compuesto por tres cuerpos con columnas balaustradas y jarrones.




martes, 2 de diciembre de 2008

Iglesia de San Isidoro

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Iglesia de San Isidoro.- De estilo mudéjar fue construida en el siglo XIV sobre una antigua mezquita árabe aunque sufrió reformas en el crucero y capillas colaterales en el siglo XVI por Vermondo Resta. Es sede de la Hermandad de San Isidoro.

Exteriormente lo más interesante de esta iglesia, es su peculiar torre-fachada, situada en el lado de la epístola,presenta la superposición de una torre-campanario barroca sobre la antigua portada gótica realizada en piedra,se presenta centrada por una puerta ojival muy profunda y abocinada enmarcada en un alfiz triangular,en cuya clave presenta un relieve con una estrella de seis puntas, única en las iglesias sevillana.

La torre es de estilo barroco del siglo XVIII y consta de dos cuerpo: en el primero en una especie de hornacina cón un motivo cerámico con la imagen del titular del templo, San Isidoro, entre medallones que representan a San Leandro y a Santa Justa. El segundo lo forma propiamente el campanario, con un hueco para campanas en cada frente entre pares de pilastras dóricas con incrustaciones de azulejos, que se remata con una marcada cornisa sobre la que se levanta un puntiagudo chapitel poligonal en cuya base se despliegan diminutos pináculos de cerámica vidriada.

La iglesia consta de dos portadas más : La portada de los pies es de estilo mudéjar realizada en cantería con arco doble con alfiz. La portada del lado del evangelio es del siglo XVIII y está adintelada y enmarcada por pilastras con entablamento decorado.

Templo formado por tres naves con crucero, presbiterio, coro a los pies y capillas colaterales. Las naves son sostenidas por pilares cuadrangulares que sujetan arcos de medio punto, se cubren con estructura de madera y el crucero con cúpula sobre pechinas. El presbiterio, brazos del crucero y capillas con bóveda de cañón. La capilla de la Hermandad de las Tres Caídas se cubre con cúpula ovalada con linterna y la capilla de Ntra. Sra. de la Salud con cúpula mudéjar sobre trompas.

El retablo mayor situado en el presbiterio es obra de Felipe del Castillo (1752) y se encuentra presidido por el lienzo “Transito de San Isidoro”, representa la muerte de San Isidoro. La obra está dividida en dos planos, uno la parte terrenal, representa a San Isidoro acompañado de una serie de clerigos vestidos con ropa del s. XVII, cuando San Isidoro es del S. VII, la cara de los clerigos está copiada de personajes reales de la época. El plano superior es el Celestial, representa la alegria recibiendo a San Isidoro. Obra de Juan de Róelas (1613). En el banco se sitúan las esculturas de San Pedro y San Pablo y un sagrario de plata, rodeado por columnas con capiteles corintios, y con la representación de la Ultima Cena sobre la puerta. En el ático el “Padre Eterno” rodeado de ángeles músicos.

La bóveda de la capilla mayor aparece pintada con arquitecturas fingidas, enmarcando las figuras de San Fernando y San Hermenegildo.

En la cabecera de la nave derecha está situada la capilla fundada por los Villalpando, a comienzos del siglo XVII. La reja que la cierran así como los zócalos de azulejos que cubren sus muros, están fechados en 1609.


En la nave de la Epístola encontramos el retablo de San José. Fue concertado por el escultor Lorenzo Pérez Caballero en 1742. En este mismo año realizó José Montes de Oca, la escultura del titular, que ocupa la hornacina principal.






La capilla de Ntra. Sra. de la Salud se abre a continuación, en el muro derecho de la iglesia. Es la única capilla que se adosa en esta nave, muestra un arco apuntado y una bóveda de paños sobre trompas. Se trata de una construcción mudéjar revestida de pinturas murales contemporáneas, en cuyas paredes se sitúan dos grandes lienzos del XVIII, representando la Anunciación y la Visitación. Las pinturas murales fueron suprimidas tras la última restauración del templo.

Retablo de la “Hermandad de las Tres Caídas”, de estilo barroco del siglo XVIII, se encuentra presidido por imagen titular obra de Ruiz Gijón (1687) y flanqueado por “San Isidoro” y “San Leandro”, esculturas de Cesáreo Ramos (1805) y sobre el ático, efigie de “San Francisco de Paula” del siglo XVII. En un lateral de la capilla de esta hermandad se encuentra una hornacina donde se aloja “Simón Cirineo”, talla que acompaña al Nazareno en procesión realizada por Ruiz Gijón (1687). Al lado derecho del retablo se sitúa altar de “Ntra. Sra. de Loreto” obra del siglo XVIII cotitular de la hermandad.



Lienzo de finales del XVII, con magnifico marco de la época, representando una alegoría de la Eucaristía, atribuible a Lucas Valdés. Junto a esta pintura está situada otra representando la Dormición de la Virgen del estilo de Pablo Legot


La Capilla Sacramental está cerrada por una interesante reja del último tercio del siglo XVI, en la que se ejecutaron diversas reformas durante el siglo XVIII.
El interior de la capilla está adornada con interesantes yeserias que presentan columnas salomónicas y roleos vegetales. Sus muros laterales aparecen decorados por una serie de lienzos de diverso formato, pero todos realizados a finales del siglo XVII. Entre ellos destacan los que representan el Traslado del Arca de la Alianza y la Entrega por Melquisedec de los Panes de la Propiciación, obras que presentan el estilo de Lucas Valdés.

El retablo que preside la capilla es una de las creaciones más logradas del barroco sevillano. Está compuesto por banco, un cuerpo de tres calles y ático, apareciendo cobijado por un potente dosel en el que se distribuyen esculturas de ángeles. En las calles laterales se sitúan las imágenes de San Sebastián y San Roque, apareciendo en el ático Santo Tomás de Aquino, San José y San Ignacio de Loyola. La calle central del retablo la ocupa un camarín con la imagen de candelero de la Virgen de las Nieves. En la embocadura, paredes y techo del camarín, talladas con extremada finura, aparecen esculturas y relieves, entre los que se identifican a San Jerónimo, San Buenaventura, San Bernardo, San Benito, Santo Tomás, San Agustín, David, Sansón, Judith y los cuatro Evangelistas. El conjunto puede fecharse en tomo a 1740 y tanto estructural como decorativamente recuerda las obras de Duque Cornejo y de Hita del Castillo.
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