La gran fortaleza que fue el Castillo de San Jorge, con sus torres, barbacanas, puentes levadizos, fosos, murallas, etc., dio cabida al Tribunal de la Inquisición desde 1481 hasta 1785 en que se trasladó al Colegio de las Becas. Allí fueron condenados, al decir de Moreau de Jones, más de trescientas mil personas, muchas de las cuales murieron en la hoguera. Hay que señalar, por curioso, que allí estuvo establecida a raíz de la Reconquista la primera parroquia de Triana.
La extensión del Castillo fue paulatinamente cercenada hasta que en 1825, en tiempos del Asistente Aznárez, tuvo lugar su definitiva demolición. En su lugar se levantó el Mercado de Abastos, hasta hace poco allí establecido, y otras pequeñas obras. Cuando está hecha la foto aún no había labrado Aníbal González la popular capillita del Carmen.
La extensión del Castillo fue paulatinamente cercenada hasta que en 1825, en tiempos del Asistente Aznárez, tuvo lugar su definitiva demolición. En su lugar se levantó el Mercado de Abastos, hasta hace poco allí establecido, y otras pequeñas obras. Cuando está hecha la foto aún no había labrado Aníbal González la popular capillita del Carmen.
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